martes, 17 de mayo de 2011

Investigar con pocos recursos

Hace muy poco empecé a investigar sobre un tema bastante peculiar: La radiactividad. He de reconocer que empecé con un poco de desgana, ya que pensaba que había mucha información sobre esta y que no iba a poder encontrar nada realmente interesante. Empecé a leer y me fui dando cuenta de que la radiactividad no es, ni de lejos, tan inofensiva como nos la pintan, pero que tampoco es peligrosa. Deduje que la radiactividad era como todo, no era mala, pero ya sabemos, todo exceso es malo.

Lo de Fukushima me hizo recapacitar bastante, ya que veía las noticias y veía cosas que no comprendía... Era una central en la que había uranio natural, uranio empobrecido, y óxido de plutonio, mezclado todo para dar un combustible llamado MOX. Hay que recordar que el Uranio es el último elemento de la tabla periódica NATURAL (es decir, que no ha sido creado por el hombre), siendo su número atómico el 92. El Platino es un elemento cuyo número atómico es el 78. Lo primero que puede llegar a sorprender es, ¿De donde salen aquellas partículas de Cesio Radiactivo, Yodo Radiactivo y demás? Muy fácil. En en núcleo de la central nuclear  se producen unas reacciones que son más simples de lo que parece. El Uranio, una molécula estable, le añaden un neutrón con el fin de que el Uranio se vuelva inestable y éste se descomponga en otras moléculas con estabilidades superiores, como por ejemplo, gases nobles, junto al lógico aporte de energía calorífica, que sirve para calentar el vapor de agua que gira las turbinas que. El problema viene cuando esas reacciones completamente controladas y seguras se vuelven inestables por un fallo al suministrar neutrones. En este caso, el núcleo se vuelve totalmente impredecible, ya que las reacciones son completamente desconocidas, formándose más calor de la cuenta (por eso la refrigeración es muy importante, por eso se construyen las centrales nucleares cerca del mar) y normalmente, formando iones radiactivos, como por ejemplo los nombrados anteriormente. El resumen que puedo hacer sobre estas sustancias es sencilla, al no ser estables por ser iones, buscarán la estabilidad en otros objetos. Un ejemplo clásico es del estroncio 90, que si nos vamos a la tabla periódica tiene las mismas características del Calcio, por lo que el efecto que causa es obvio, éste entra en el organismo y se une a los huesos.

Pero bueno, al tema. ¿Cómo puedo yo investigas sobre esto si no tengo recursos? Es muy fácil, buscando métodos baratos y los más absurdos posible. Un día leí que el isotopo más común del potasio, era el K-40. Al parecer los plátanos contenían este isotopo. Como puede parecer obvio, yo no me creí esto, y ahí empezó mi idea. ¿Cómo compruebo esto? ¡Muy sencillo! Los isotopos emiten radiación porque buscan la estabilidad. Si buscan la estabilidad emitirán radiación, como es lógico. Pensé que la luz, que al fin de al cabo es una radiación con una longitud de onda definida, era visible para el ser humano. Pensé en que una cámara podría captar la radiactividad, ya que pueden ser capaces de percibir longitudes de onda más amplia. El primer problema que tuve fue que podía hacer una caja cerrada para que no entrara ni escapara ningún tipo de radiación. Conseguí que no entrara luz, pero claro, la radiación beta del isotopo de potasio traspasaría mi caja. ¿Solución? Un trozo de plato del microondas. Simple pero eficaz. Funcionó. Puse dentro de la caja, además del plato de microondas, varios plátanos. Correcto, se veía la radiación con puntitos blancos. Fue bastante impactante. ¡Los plátanos emiten radiación! Aprovechando el experimento, metí mi móvil y vi como se dejaba de ver esos puntitos blancos de la foto.

Como ya lo comprobé y no tenía medio para medir la radiación, busqué por Internet. Emite tan poco radiación que ni hay que tenerlo en cuenta. Para dar más datos, comerse un plátano al día sería como exponerse a 0,036 mSv en un año, y teniendo en cuenta que hacerse unos rayos X en el cuerpo se recibe unos 0.020 mSv, pues no es una cifra muy elevada, la verdad. Esto me sirvió para empezar a comprender la radiactividad, y sobre todo, perderle el miedo a ésta.

En resumen, que hay que investigar para comprender las cosas. Tener pocos recursos para hacer pruebas no significa que sea imposible.

Por supuesto, estoy a ver si termino con mi dossier con toda la información sobre lo que estoy investigando. Será publicado en copyleft para que quien quiera pueda verlo, editarlo y publicarlo. ¡Tráfico de cultura!

1 comentario:

  1. Luque, muy interesante! Gracias!

    Lo comparto desde mi blog.

    Saludos y buen día :)

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